Una historia marcada por el Miño
Existen dos Portomarines uno milenario, sumergido bajo las aguas del río Miño que podemos ver eventualmente, el otro, una villa viva, cruzada por el camino de Santiago.
Pueblo Joven
El pueblo actual cuenta con unos 50 años de historia pero que esconde un pasado repleto de historias y leyendas.
Gastronomía
La tradicional tarta de Portomarín, el aguardiente y las anguilas son solo algunos de los platos más destacados en la cocina típica de Portomarín, ninguno puede faltar en tu mesa cuando vengas a Portomarín
Una historia ligada al Camino
Portomarín es un lugar privilegiado, tanto como por el enclave único donde se situa como por ser un importante punto de paso del camino de Santiago ya desde la edad media.
Desde los orígenes…
La villa adquiere gran importancia durante la Edad Media, por ser lugar de paso de los peregrinos que se dirigen a Santiago. Aquí llegaron los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII para hacerse cargo del hospital y comenzaron la construcción de la iglesia de San Juan, que preside la plaza de la villa.
…a la actualidad
Desde la construcción del embalse de Belesar se trasladaron al nuevo emplazamiento de Portomarín, piedra a piedra, la iglesia románica de San Juan y la de San Pedro, y otros edificios de relevancia.
Sabor Medieval
La villa cuando se inundó el valle se reconstruyó sobre un altozano, manteniendo el nuevo pueblo ese sabor medieval con calles empedradas y casas con soportales característico.
Una mirada al pasado
Cuando bajan las aguas del embalse de Belesar, aparece el puente viejo que cruzaba el río y los cimientos del viejo Portomarín, naciendo ahí numerosas leyendas.
Turismo Responsable en Ribeira Sacra y O Courel
Descubre la belleza frágil de la Ribeira Sacra y O Courel, los espacios protegidos que rodean a PORTOMIÑO. En estas tierras de gran valor natural y cultural, cada paso es una oportunidad para conectar con la naturaleza en su estado más puro. Desde los impresionantes cañones del río Sil hasta las cumbres montañosas de O Courel, estos lugares son hogar de una biodiversidad única y paisajes de ensueño. Sin embargo, su fragilidad ante las actividades humanas nos recuerda la importancia de cuidar y preservar estos tesoros naturales para las generaciones futuras.