Silvia Mendoza es una joven actriz de 22 años, natural de La Rioja. Aunque sus raíces siempre han estado muy ligadas a la tradición del peregrinaje a Santiago, ya que creció en Santo Domingo de la Calzada, parada imprescindible del camino francés, y ejerció como hospitalera en su niñez; Silvia nunca se había planteado realmente echarse a andar a Compostela. Pero la llamada del camino fue tan fuerte para ella, que un impulso la hizo levantarse un día y sentir la necesidad de empezarlo cuanto antes. Aquella primera vez la enamoró del concepto del camino, de Galicia, sus paisajes y costumbres de tal forma, que siempre que puede vuelve para revivirlos. 

Portomiño: ¿Cuántas veces has hecho el camino de Santiago?

Silvia Mendoza: 2 veces, hice el del norte entero y el francés entero también.

P: De las 2, ¿cuál fue la que te gustó más?

R: Yo creo que las primeras veces siempre se recuerdan más, y es cierto que el camino del norte es precioso, pero el francés fue el primero y me llevé un recuerdo increíble. Además, está mucho mejor señalizado y hay muchos más albergues en el francés que en el del norte. 

P: ¿Además de estos 2 caminos tienes pensado hacer el camino este año, o próximamente?

R: Pues me gustaría hacerlo este año, el primitivo, que va desde Oviedo hasta Santiago, pero yo considero que el camino a parte de andar también es compartir con la gente que te vas encontrando, y ante esta situación que hará que haya tan pocos peregrinos, esa parte del camino se queda muy perdida y no sé si finalmente lo haré, porque al final el camino no es tanto andar sino compartir los kilómetros con la gente que te vas encontrando. 

“Hacer el camino no es andar, sino compartir los kilómetros con la gente que te vas encontrando”

P: ¿Las veces que has hecho el camino las has hecho tú sola o acompañada?

R: Las dos veces la hice sola, la primera me acompañó mi madre dos días y una amiga otros dos días, pero bueno, al final se tuvieron que ir y me fui sola y fui conociendo a gente. El segundo al final lo empecé sola, porque además es muy relativo eso de que se hace el camino solo, porque al final levantas una piedra y te salen 80 peregrinos. Yo aconsejo siempre ir solo o sola, para así encontrar más gente y tener que hablar por necesidad. 

P: La primera vez que lo hiciste, ¿qué fue lo que te animó a hacerlo?

R: No lo tengo muy claro, porque mi recuerdo es levantarme una mañana y decir: “me voy al camino”, y a los 3 días me fui. Fue un impulso, la verdad es que nunca me había planteado hacer el camino de Santiago y eso que mi pueblo es uno de los sitios más importantes en los que para el camino, que es Santo Domingo de la Calzada, y allí lo vivimos muy de cerca, incluso he sido hospitalera… Pero nunca pensé en hacerlo, simplemente un día me levanté y dije: “me voy”, fue un impulso. 

P: Y esa primera vez o la segunda con un poco más de experiencia, hiciste algún tipo de planificación sobre en qué sitios ibas a parar o donde te ibas a alojar

R: Ninguna, yo iba andando y hasta donde me daba el cuerpo ese día. Algunos días vas más animada y te haces igual 35 km 40 y otro día no te dan los pies y haces 20, entonces la verdad es que no, no planifiqué nada en absoluto. 

P: ¿En qué sitios parabas?

R: Siempre albergues, menos una vez que me tocó dormir en un banco, siempre he dormido en albergues y tanto yo como la gente con la que hacía el camino hemos sido súper bien tratados, la gente muy agradable… y la verdad es que muy bien. 

P: ¿Hubo algo que echases de menos en algún momento en el camino?
R: Pues lo que eché en falta, sobre todo más en la zona de castilla, fueron las fuentes, porque yo no se que pasa pero o no hay fuentes o las que hay están secas, entonces claro, tú ibas andando muchos kilómetros, se te agotó el agua, y no encontrar ni una fuente por ningún lado te daban ganas de llorar, así que algo que pediría a todos los sitios por los que pase el camino es que volviesen a revisar las fuentes 

También las flechas porque muchas veces, aunque sí que es cierto que el francés está mucho mejor señalizado, en el del norte era un despropósito, y me he perdido un montón de veces. También es cierto que yo no tengo orientación, pero hay muchas flechas que tienen que volver a pintar porque no están. 

P: ¿Qué es para ti lo mejor del camino?

R: Sin duda lo que ya dije de conocer gente, y sobre todo la hospitalidad. Yo tenía la sensación al hacer el camino de que todo el mundo estaba de buenas, que todos querían compartir, que nadie tenía una mala palabra y que la gente que iba era porque realmente le apetecía de verdad. 

“El camino se hace con la cabeza, no con los pies”

P: ¿Qué le dirías a alguien que no ha hecho nunca el camino?

R: Le diría que el camino se hace con la cabeza y no con los pies, o sea, tú puedes echar el tiempo que quieras que Santiago va a estar ahí y lo importante es ser optimista y pensar que si no llegas en 3 días llegarás en 4, pero que nunca sea un reparo el decir “nunca he caminado”, “nunca hice deporte y menos voy a hacer el camino” …. Yo no me prepare absolutamente nada y es que, querer es poder, y al camino se va a disfrutar. 

Que se lo pasen bien, que no tengan prisa en llegar a Santiago porque al final lo más triste es llegar a Santiago porque te despides de todos los peregrinos que has conocido, y que es una experiencia preciosa y que a nivel introspectivo incluso me parece necesario. De repente pasarte horas caminando solo, tomando decisiones que durante tu vida te cuesta más porque estás a mil cosas y de pronto aquí tu única preocupación es llegar ese día al albergue… hacer el camino es paz.